jueves, 10 de febrero de 2011

Parasitismo Intestinal: Un problema común de Latinoamérica

teniaLas parasitosis intestinales son infecciones producidas por organismos oportunistas cuyo hábitat natural es el aparato digestivo del hombre. Algunos de ellos pueden observarse en las heces aún estando alojados fuera de la luz intestinal, por ejemplo en el hígado (Fasciola hepática) o en pulmón (Paragonimus spp.)
Pertenecen a este grupo de enfermedadesalgunas de las más prevalentes a nivel mundial. Contrariamente a lo que podamos pensar, todos los protozoos intestinales patógenos tienen una distribución mundial, al igual que la mayoría de los helmintos, aunque por las deficientes condiciones higiénico-sanitarias se han asociado siempre a países tropicales o en vías de desarrollo. Dado que en los últimos años se ha multiplicado el volumen de inmigrantes procedentes de dichos países y el número de viajes intercontinentales, este tipo de dolencias están cada día más presentes en nuestro medio.
La prevalencia e intensidad de la infección están asociadas a mayor riesgo de morbilidad y tienden a ser elevadas principalmente en la población en edad escolar. Las deficientes condiciones sanitarias (ambientales, de infra-estructura y educación) predisponen a esta población a un mayor riesgo de infección por helmintos y protozoarios lo cual repercute en el estado nutricional..

¿Cuántos tipos de parásitos existen?
Para simplificar la clasificación, podemos dividirlos en dos grandes grupos: Protozoos y helmintos.
Los protozoos que infectan al ser humano se dividen a su vez en 4 phylum: Sarcodyna (incluye todas las amebas), Ciliophora (protozoos ciliados), Sporozoa (coccidios) y Mastogophora (protozoos flagelados). Existen dos organismos que siguen generando dudas a la hora de clasificarlos: Blastocystis hominis y Microsporidium.2
Los helmintos (lombrices intestinales) incluyen parásitos trematodos, cestodos y nematodos. Todos ellos se reproducen a través de huevos, por lo que su diagnóstico se basará tanto en la visualización de larvas como de huevos.

¿Cómo puedo saber si tengo parásitos?
El examen general de heces es una prueba rápida, barata y sencilla para realizar el diagnóstico de parasitismo intestinal.
La cantidad de parásitos (en cualquiera de sus formas: protozoos, huevos o larvas) que se elimina por heces varía enormemente en un mismo individuo, incluso de un día para otro por lo que se requieren varias muestras antes de poder informar un resultado como negativo. Tres muestras suelen ser suficientes, si bien determinados parásitos con cargas bajas puede requerir un número superior. En cualquier caso si el paciente continúa con síntomas y persiste la sospecha clínica, deberán recogerse tantas muestras como fueran necesarias. Las muestras pueden corresponder a días consecutivos, aunque en general se recomienda la recogida en días alternos.ii
Existen muchos modelos de contenedores especialmente diseñados para el estudio de parásitos en heces. Se recomiendan botes de plástico, con una boca lo suficientemente ancha para permitir una recogida cómoda de la muestra y con conservantes especialmente diseñados para el parásito. La supervivencia de los parásitos fuera del organismo es limitada y con el paso del tiempo su morfología se altera. Es por ello que muchos laboratorios han optado por la utilización de conservantes. El uso de estas sustancias permite, por un lado, preservar la morfología de los parásitos y por otro, al inactivar los microorganismos, favorece un trabajo más seguro en el laboratorio.
Si no se dispone de un frasco con preservantes, entonces es necesario llevar la muestra al laboratorio lo más pronto posible, sin exceder un lapso de 30 minutos puesto que de no ser así, los parásitos presentan una alteración morfológica y no se visualizan en el examen microscópico, reportando un examen falsamente negativo.
Debemos evitar la prescripción de tratamiento antibiótico (especialmente tetraciclinas y metronidazol) previo a la recogida de muestras, salvo que sea estrictamente necesario. El bismuto, las papillas de bario y el aceite mineral, pueden interferir igualmente. En dichas situaciones la toma de muestra debería demorarse de escasos días a algunas semanas.
El paciente debería seguir una dieta exenta de grasas y fibras, ya que estas dificultan la visualización microscópica.

¿Cuáles son los síntomas y signos generales del parasitismo intestinal?
Cada parásito puede generar síntomas y signos diferentes y en otros casos pueden enmascararse unos con otros. En general, los dolores son los síntomas más frecuentes. Se localizan en el abdomen y se presentan como dolores erráticos, tipo cólico, casi siempre en relación con el marco colónico y en especial en los flancos.3
Suele acompañarse con estado nauseoso y sensación de opresión en el epigastrio (boca del estómago). Alteración del ritmo defecatorio existiendo más comúnmente diarreas que constipación (estreñimiento). Pérdida del apetito. Decaimiento. Intolerancia, que antes no existía, a ciertos alimentos (quesos, verduras, embutidos). Prurito anal y nasal (especialmente nocturnos). Palidez de piel y mucosas. Trastornos de conducta y nerviosismo. Trastornos en la absorción intestinal. A veces, tos.iii
La influencia nociva de esta patología es variable y va desde levísimas perturbaciones al estado ostensible de enfermedad, dentro de las cuales se puede aceptar que un paciente se encuentra en situación de enfermedad subclínica, o de enfermedad sintomática leve, moderada o grave; pero el criterio a no dejar de considerar, es que en todos los casos estamos en presencia de un enfermo parasitado. Los pacientes infestados pero asintomáticos son los llamados “portadores aparentemente sanos”, a quienes se debe identificar y prescribir tratamiento para evitar la “diseminación” parasitaria.

¿Cuáles son las medidas preventivas para evitar el parasitismo intestinal?
Existe una cantidad de medidas básicas que pueden llevarse a cabo tanto en los hogares como en las comunidades mismas, de las cuales, la educación de la población sigue siendo la más importante de todas.
A continuación se enlistan algunas medidas necesarias para la prevención del parasitismo intestinal:

* Saneamiento del hogar y la comunidad.
* Eliminación adecuada de la materia fecal.
* Tratamiento a los enfermos.
* Lavado de manos antes y después de ir al baño.
* Lavado de manos antes y después de comer.
* Aseo de juguetes que los niños se llevan a la boca.
* Desinfección del piso sobre el que juegan los niños pequeños.
Higiene personal.
* Evitar el fecalismo al ras del suelo (Ámbito rural).
* Evitar deambular descalzo sobre suelos de tierra y arena.
* Evitar bañarse desnudo en lagos, estanques, ríos o aguas desconocidas.
* Construcción de letrinas.
* Campañas para educar a la población en general.
* Consumir agua potable o en su defecto hervida o clorada.
* Evitar comer alimentos en la calle o de dudosa procedencia y manipulación.
* Lavar y desinfectar frutas y verduras.
Siguiendo las anteriores medidas de saneamiento y seguridad, probablemente estaremos desparasitados por mucho tiempo; sin embargo, siempre es recomendable realizarse un examen general de heces cada 6 meses.

Conclusión.
El parasitismo intestinal es un problema frecuente de salud en los países Latinoamericanos, donde el dolor de estómago es uno de los motivos de consulta más frecuentes en atención primaria de salud.
En gran medida, el parasitismo intestinal se puede evitar siguiendo normas básicas y sencillas de saneamiento ambiental y personal, pero siempre es recomendable practicarse un examen general de heces cada 6 meses.
Ante cualquier problema gastrointestinal o parasitismo intestinal comprobado a través de un examen general de heces, consulte con su médico personal. No se automedique!!!

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