jueves, 19 de julio de 2012


La increíble estrategia del mamífero buceador más pequeño

Musaraña zambulliéndose Foto: Roman Gusztak
Las musarañas pueden pesar menos de 17 gramos pero bucean en forma rápida y eficiente en aguas heladas.
Un pequeño mamífero hace calentamiento antes de zambullirse en aguas heladas, según revela un nuevo estudio.

Los mamíferos más grandes reducen su temperatura corporal para ahorrar energía y mantenerse en el agua la mayor cantidad de tiempo posible en busca de presas.
Científicos canadienses investigaron cómo los sorícidos, conocidos vulgarmente como musarañas y considerados los mamíferos buceadores de menor tamaño, logran sumergirse para atrapar a sus presas sin morirse de frío.
Pero las musarañas hacen lo contrario. Incrementan la temperature de su cuerpo en hasta 1,5 grados centígrados y se sumergen por períodos cortos en las aguas heladas.
"Su comportamiento es totalmente contrario a lo que predecíamos", dijo Kevin Campbell de la Universidad de Manitoba, en Canadá.

"Depredadores despiadados"

Los estudios sobre especies buceadoras se habían centrado hasta ahora en animales de mayor tamaño, como focas o pingüinos.
Musaraña zambulliéndose
Las burbujas de aire atrapadas en la piel le dan al pequeño mamífero un tono plateado.
Pero Campbell y sus colegas querían investigar el otro extremo de la escala. El científico ha venido investigando durante una década a una diminuta especie de sorícido de Norteamérica,Sorex palustris, que tiene un peso máximo de 17 gramos.
Estos animales, del tamaño de un dedo humano, son conocidos por su apetito voraz y deben consumir cada día al menos el equivalente a todo su peso corporal para sobrevivir. "Son los depredadores más despiadados y efectivos que haya visto jamás", señaló Campbell.
Si bien son animales terrestres buscan sus presas en el agua, buceando para atrapar caracoles, cangrejos de río y libélulas.
Por su tamaño diminuto era de esperarse que las musarañas fueran buceadores poco efectivos, según Campbell. "Los animales pequeños son más susceptibles a la hipotermia".
En teoría los animales que bucean deberían permanecer sumergidos la mayor cantidad de tiempo posible para aumentar la probabilidad de atrapar una presa.
"Por eso la mayoría de las especies que bucean son grandes, porque cuanto mayor sea el tamaño del animal más oxígeno puede transportar, que es consumido lentamente".
Las musarañas tienen una capacidad relativa de transportar oxígeno elevada, pero lo científicos querían comprender mejor cual es la estrategia de supervivencia del pequeño animal.

Sistema sensorial

"Para mantenerse más tiempo en el agua, algunos animales bajan la temperatura corporal para reducir el metabolismo", explicó Campbell.
Los investigadores midieron la temperatura de la musaraña antes, durante y después de bucear en un tanque diseñado para simular un hábitat natural.

MUSARAÑAS MISTERIOSAS

Musaraña Foto: Andy Sands/Naturerepl.com
  • No son lo que parecen. Aunque se ven como roedores, son más cercanas a los topos
  • Aterradores. Tienen un apetito insaciable y pueden devorar hasta el doble de su peso corporal en un día
  • Llamados ultrasónicos. Hay cerca de 400 especies de musarañas, incluyendo algunas de las escasas especies de mamíferos terrestres que usan ecolocación (emiten ondas de sonido usan el eco para ubicar a sus presas)
Los científicos variaron la temperatura del tanque desde 30 grados centígrados, una temperatura cercana a la del cuerpo del animal, hasta tres grados, la temperatura invernal en los sitios que habita comúnmente en Estados Unidos y Canadá.
Para elevar su temperatura, las musarañas tiemblan agitando su cuerpo rápidamente o usan un tejido graso común en mamíferos que puede generar calor.
"Pensamos que aumentan su temperatura corporal para potenciar su sistema sensorial", dijo Campbell a la BBC.
Las musarañas tienen sentidos sofisticados de audición y tacto que incrementan su capacidad de cazar. Se sabe, por ejemplo, que incluso huelen bajo agua, produciendo cerca de su presa burbujas con la nariz que luego absorben.
Cualquier descenso de temperatura corporal tendría un impacto negativo en estos sistemas sensoriales.
"Creemos que para estos diminutos animales se trata de un intercambio. Deberán zambullirse por períodos cortos, pero lo harán en forma mucho más eficiente".
Campbell y sus colegas presentaron sus conclusiones en la conferencia anual de la Sociedad de Biología Experimental, en Salzburgo, Austria.

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