jueves, 9 de enero de 2014

OTRA MIRADA

Ocho razones por las que Uruguay no es todo 


lo que se ha dicho


Un periodista norteamericano que vive de Montevideo se propuso desmitificar la imagen de paraíso que en los últimos tiempos medios internacionales y reconocidos personajes han venido transmitiendo de Uruguay.

A raíz de una nota de BuzzFeed en la que se ennumeraban las “21 razones por las que hay que mudarse a Uruguay en 2014”, un periodista norteamericano que vive en Uruguay decidió bajar la pelota al piso y mostrar su mirada sobre 8 temas del país que muestran que no todo es tan bueno como han intentado transmitir medios y personajes públicos de varias partes del mundo.
 mié ene 8 2014 16:40

“Este país es lindo pero también tiene varios defectos que apenas se han mencionado en la ola de elogios reciente”, afirmá Will Carless, que vive en Uruguay junto a su esposa desde hace seis meses, en el medio Global Post. “La mayoría de ustedes debería pensar dos o tres veces antes de mudarse aquí”, agrega.

“Es un lugar bucólico en el que las vacas son más que los humanos y las personas son cálidas, dulces y generosas”, dice Carless. Destaca las playas al este de Montevideo, la carne y el “delicioso y barato” vino Tannat.

Las críticas.

1.- Carless señala que de junio a noviembre hace mucho frío, en contraposición a la imagen universal de Sudamérica como un lugar de “playas, fiestas, caipirinhas y micro-bikinis”.

“Es mucho más Londres que Los Angeles”, puntualiza.

Y señala que este verano la temperatura ha subido demasiado en algunos días.

2.- “Cuando se trata de mantener las cosas limpias, este país está estancado unas décadas atrás”, dice el periodista.
Le extraña que esto suceda en un lugar “progresivo”, de “marihuana legalizada, aborto legalizado y matrimonio gay legalizado”.

Destaca especialmente la mugre que se acumula en las playas de Montevideo (“basura en serio: heladeras viejas, cajas de pescado podridas y plástico”) y en las esquinas y los contenedores.

“Cualquier área despejada se vuelve un basurero llego de bolsas de plástico y botellas de vidrio”, sentencia Carless.

3.- Pone sobre la mesa el dato de que el 60% de la población, según encuestas, estaba en contra de la ley que regula la venta y el cultivo de marihuana que fue aprobada recientemente.

“Tal vez más sorprendente” resulta que algunos activistas de los más reconocidos, como Juan Vaz y Alicia Castilla, le dijeron al periodista que odian la ley que aprobó el gobierno.

“Algunos activistas llaman a la ley regresiva y Orwelliana”, dice, y señala algunos puntos polémicos como el registro de fumadores, el límite de compra por mes, y otros.

4.- Lo único destacable, según Carless, es el asado. “Si les gusta la carne roja asada, estarán en el Cielo en Uruguay”, dice.

Pero acusa una grave falta de variedad: “Cuando nos visitan amigos, no sabemos a dónde llevarlos a comer”.

“A pesar de tener una larga y lujosa costa, la comida de mar en Uruguay es decepcionante. En las tiendas de pescado seguramente te ofrezcan camarones cocidos y congelados y salmón importado de Chile. Todo a un precio carísimo”, acusa el periodista.

5.- Uruguay es el país más lejano a la imagen de Sudamérica como conjunto de “repúblicas bananeras en las que la cerveza fría fluye libremente y la vida es sencilla y barata”.

Carless cuenta que un mes antes de mudarse a Uruguay un amigo le advirtió: “Este es el país más caro del mundo. Trae todo lo que puedas contigo”.

A pesar de que dice que esto es medio exagerado, afirma que si pretendés consumir cosas de mediana calidad para arriba, hay que gastar demasiado dinero.

Para mostrar el enorme peso de los impuestos, compara: “En California vendí una Subaru Outback 2012 a US$ 23.000. Acá, el mismo auto cuesta más de US$ 80.000”.

6.- “Vengan, pero esperen pasar horas y horas sentados en una silla incómoda mientras esperan que llamen a su número”, dice Carless para criticar la burocracia.

Como ejemplo cuenta que “para dejar el país, sea un viaje de diez días por trabajo a Brasil o un fin de semana a Buenos Aires, tengo que esperar horas en una oficina caótica en el Centro de Montevideo para pagar un permiso para salir de y volver a entrar a Uruguay de US$ 25”.

El periodista alaba el Plan Ceibal, pero afirma que, en rasgos generales, “el país ha fallado en interiorizar la tecnología, en especial internet”.

Según el Banco Central, el uso de internet ha llegado a 55 por ciento, promedio en el área, pero “lejos del 81% de Estados Unidos o el 88% del Reino Unido”.

7.- Además, critica que “muy pocas transacciones pueden hacerse online, a pesar de que estudios muestran que el comercio en internet está creciendo rápidamente”.

Las empresas uruguayas y los órganos del gobierno parecen considerar la idea de pagar por internet “futurista, rara”.

8.- La esposa de Carless es profesora en el American School de Montevideo.

“Eso significa que nuestra hija de cinco años puede recibir buena educación ahí. Pero es necesario destacar que incluso las familias de bajos ingresos deben esforzarse demasiado para enviar a sus hijos a escuelas privadas para evitar el sistema público de educación”, afirma.

Por otro lado, destaca el descenso de Uruguay en el ranking de las pruebas PISA y los malos resultados de los alumnos en áreas como lectura y matemáticas. 

Último consejo.

“Así que, los padres que estén pensando en mudarse acá, empiecen a ahorrar para algunas cuotas de colegio caras, por encima de unos pocos miles de dólares por semestre”, sentencia Carless.

Carless afirma que Uruguay es un gran lugar para visitar. "Disfrutarán las playas inmaculadas (al menos las que están lejos de Montevideo), comerán la mejor carne de animales alimentados con pasto y tomarán sabroso vino tinto hasta que sus labios estén morados. Además, conocerán una nación empujando las barreras del progresismo al tiempo que mantiene bajo perfil y una cultura tranquila y hospitalaria", dice.

Aunque sentencia: "De ahí a mudarse acá... Deberían mirar más allá de la imagen del presidente Mujica usando sandalias y los rostros de varios jóvenes hermosos, felices y drogados y esperar un lugar menos caricaturesco".
El País
Si además se viene Aratiri, megaminería a cielo abierto, de: "Uruguay Natural" como reza la publicidad, poco y nada quedará...
Delia 

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